El viaje, un día después

3 noviembre, 2008 at 4:11 pm (Literatura) (, , , )

A T.S.E. , W.W. y H.H.

Viajaba,

no sólo por el otro reino de la muerte,

sino también por el palacio de mi alma,

o laberinto

(¡ayúdame, Teseo!),

o tal vez el oscuro bosque,

impenetrable bosque

(darkness descends,

yet I am not alone).

Der Steppenwolf vagaba por una tierra baldía,

y su aullar

(transformado ahora en voz de aquel cuadro,

man or woman, Aleph y Beatriz),

quería despertar algo en mí.

Pero pardas nubes era todo lo que revolvía,

nubes de hastío,

(¡soy pecador, Charles!),

nubes que me tientan

a considerarlas el cielo de verdad.

Ni siquiera con la luz del divino arquero

podía perderlas de vista.

Mas el inglés nuevoinglés

y el estigma de Caín

limaron el óxido del cristal,

y comencé a vislumbrar el camino.

El habitante de la estepa

inspiró en mí

the longed for answers:

hazlo, y te estarás engañando.

¿Razón?

Acéptate,

¡eres la más bella creación de la Creación!

No,

ERES

la Creación.

Sing with me,

thou, born by the Mannahatta,

and let us banish for eternity

this undesired citizen inside us,

which is nothing but the embodiment

of doubts about ourselves.

Sabiendo quién soy,

veo mi horizonte,

y entiendo, con una sonrisa en la faz,

que he observado mi destino,

mi sueño.

Nada es uno,

todo es uno,

el destino de cada individuo

está escrito en la Naturaleza,

en los viejos tomos de sabiduría,

en las pasiones nocturnas

(¡ya no camino solo!

Ella, la Musa, mi Musa,

caminando junto a mí;

ella en mi senda,

yo en la suya,

ninguna en la de otro

pero ambas una sola).

Categorías falsas,

impuestas por mentes que no abarcan

lo inabarcable.

¿La mía?

Tampoco: humilde, lo justo,

(demasiada falsa humildad),

pero no soy mejor ni peor que

los otros detrás de mí.

Pourtant,

caras de la misma monera:

(¿numismática trascendental?)

filosofía natural,

amor al conocimiento,

aprender y comprender

este reino del ocaso de la Muerte,

para

para

para DA.

Fear standing water,

for it gets poisonous.

Poesía.

Saber.

Vivir.

¿El Yo? ¿El Mundo?

Nothing but emanations

of the same.

Thus,

Abraxas,

el Iluminado,

el Rey Pescador,

el que rezó en Getsemaní,

el que sólo a sí se ve,

la hierba sobre la que me gustaría reposar,

el tunel de entre tus piernas,

el sombrero del que eso escribió,

esta pluma que no es tal,

el The pen is mightier than the sword,

el Be without fear,

el color, sabor, forma del Universo,

el tachón que nunca verás,

tus ojos que

siguen

mis pa

la

bra

s

a

sal

t

os,

¿no es todo lo mismo?

Imágenes

(¡eidólons, eidólons, sí!),

más bellas se podrán formar,

y tal vez perpetre,

mas elijo este momento

de rebeldía ante la apatía

a un excesivo celo

ante la genialidad

or lack of.

Mientras tanto,

seguiremos siendo los hombres vaciós

de esta tierra baldía,

pidiendo un Abril

que en nuestro interior no queremos que llegue:

(el último héroe francés dijo lo mismo

con otras palabras),

el invierno da calor,

y tomamos algo en el bar,

un poquito de vida

con el eque nos conformamos.

Así termina este poema,

not with a bang but with a whimper.

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Lol

19 septiembre, 2008 at 4:53 pm (Política) (, )

Sí, lol. Reír por no llorar. Casi se me escapa una carcajada cuando, ni medio minuto después de publicar la última entrada , me encuentro en Yahoo! con esta noticia:

El Gobierno venezolano expulsó esta noche al director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, horas después de la presentación en Caracas de un informe del grupo con críticas al Ejecutivo del presidente Hugo Chávez.

Lo más triste de todo es que no me sorprende. En cierto modo, casi me alegro, pues no hace más que dar más peso a la argumentación de HRW acerca de estos diez años de chavismo. En fin.

K

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Década de la vergüenza

19 septiembre, 2008 at 4:45 pm (Política) (, , )

Esta vez no va un escrito mío, ni una poesía de un gran autor, ni una divagación física, ni nada por el estilo. Os dejo un artículo que me ha encantado, publicado por Jorge Castañeda en El País. No es que sea una genialidad literaria, pero resume en pocas líneas 10 años de calamidad. Por fin organizaciones internacionales se hacen eco de lo que sucede allá…

Como si Hugo Chávez no contara ya con suficientes problemas -la caída del precio del petróleo, la expulsión del embajador de Estados Unidos en Venezuela, y la del venezolano en Washington, el registro de su país por cuarto año seguido en la lista negra norteamericana de cómplices del narcotráfico, el estallido inflacionario local, y las dudas sobre la suerte de su partido en las próximas elecciones- recibe un nuevo golpe. El 18 de septiembre, la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW, de cuya Junta Directiva me confieso orgullosamente miembro) hizo público en Caracas un informe demoledor sobre Una década de Chávez. Describe, analiza y condena las repetidas amenazas, restricciones y violaciones a los derechos humanos en Venezuela desde el triunfo chavista en las elecciones presidenciales de diciembre de 1998. El subtítulo del informe lo dice todo: «Intolerancia política y oportunidades perdidas para el progreso de los derechos humanos en Venezuela«. Por fin una organización seria, independiente y acreditada en el mundo, se aboca a este tema en Venezuela, y emite una opinión fundamentada y desprovista de estridencias o exageraciones.

El informe de HRW, dado a la luz en la capital venezolana por José Miguel Vivanco (a quien nadie puede acusar de chavofobia; se ha convertido en un némesis de Álvaro Uribe por su oposición al Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Estados Unidos), se centra en cinco grandes capítulos del estado que guardan la democracia, la justicia y la libertad en la cuna del libertador. Aunque no alcanzó a incorporar los últimos atropellos de Chávez al inhabilitar a centenares de candidatos de oposición, incluyendo a Leopoldo López, el alcalde de Chacao y probable triunfador en los comicios por la Alcaldía Mayor de Caracas de haber podido contender, HRW enumera el conjunto de episodios de «discriminación política» cometidos por el Gobierno desde 1998. Proporciona ejemplos concretos, contrasta estos hechos tanto con los derechos inscritos en la Constitución venezolana de 1999 (ya redactada por el propio Chávez) como con los tratados internacionales firmados por el país desde tiempo atrás. La discriminación política consiste, ante todo, en la aplicación de criterios políticos (es decir, de filochavismo) a la contratación, despidos, otorgamiento de créditos en las empresas o actividades del Estado, y sobre todo, al funcionamiento de la empresa petrolera PDVSA.

El segundo capítulo se refiere a la situación del poder judicial, y cómo, paulatinamente, Chávez ha ido subordinando al poder político a los jueces y tribunales venezolanos, en franca violación de la Constitución y de los instrumentos internacionales y regionales (como la Convención Americana de Derechos Humanos y la Carta Democrática Interamericana, firmada por el Gobierno de Chávez). La reciente ratificación por el Tribunal Supremo de la inhabilitación de los candidatos opositores constituye un nuevo y grave ejemplo de esta subordinación.

Como lo ha sido la actuación de los tribunales en los conflictos relativos a los medios de comunicación, el tercer capítulo del informe de Human Rights Watch. Para la ONG, la polarización de los medios, el endurecimiento de los delitos que penalizan expresiones determinadas, la regulación de los contenidos de los medios, el control sobre la difusión de radio y televisión, y la falta de protección judicial a la libertad de expresión, representan manifestaciones del carácter cada vez más antidemocrático del régimen chavista, en un ámbito decisivo. El informe de HRW muestra no sólo las cortapisas impuestas a la libertad de expresión en Venezuela, sino también la forma en que se han ido legalizando las restricciones, al avalarlas el poder judicial.

La estructura del siguiente apartado, a saber, aquel dedicado a la libertad sindical y al desempeño de los sindicatos, es la misma. En primer término, HRW expone las obligaciones contraídas al respecto por el Estado venezolano ante la comunidad internacional: tratados y principalmente convenios de la OIT; inmediatamente después, explica las disposiciones legales internas, para luego denunciar cómo durante de «la década de Chávez» se han ido mermando los derechos sindicales. Tanto en lo referente a la libertad de asociación, como de huelga y de negociación colectiva, así como a las represalias ejercidas contra los trabajadores de PDVSA que se fueron al paro en 2003, el informe documenta los abusos, las intenciones y la «falta de protección judicial de la libertad sindical». En un país con una tradición sindical -corporativista, en ocasiones corrupta y burocrática, sin duda, pero combativa y democrática también- se trata de un retroceso mayúsculo.

Por último, Human Rights Watch aborda el tema de la sociedad civil, con la misma óptica: las normas internacionales y venezolanas vigentes, los atropellos contra defensores de derechos humanos, ONG, los ejemplos de abuso judicial y, de nuevo, las limitaciones a la protección judicial. Este capítulo resulta tal vez el más importante, porque conduce a las conclusiones que se desprenden de esta labor excepcional.

Ya lo han dicho otros colaboradores en estas páginas. La sociedad civil venezolana, de tiempo atrás una de las más dinámicas y vigorosas de América Latina, ha resistido hasta ahora con éxito a la embestida autoritaria de Hugo Chávez. Venezuela hoy no es una dictadura; no es Cuba, no es Chile bajo Pinochet, no es Arabia Saudí. Pero esto no se debe a las buenas intenciones de su presidente, sino más bien al contrario: a la fuerza y firmeza de una oposición desunida en lo político y electoral (hasta hace poco), pero feroz en la defensa de sus conquistas civiles de antaño. No sólo esa sociedad rechazó las pretensiones autoritarias de Chávez en el referéndum de diciembre; no sólo echó abajo la refundación del aparato de inteligencia y seguridad; no sólo protestó contra el cierre de RCTV y logró que en Internet cuente con un público superior a otras televisoras; sobre todo ha sabido mantener, a pesar de todo, la vigencia de las libertades. Pero, como lo demuestra de manera palmaria Human Rights Watch, nada está escrito. La tentación, la deriva, la ambición, están todas presentes.

La segunda conclusión reside en la importancia de la normatividad jurídica internacional. HRW insiste una y otra vez en que a través de los abusos descritos, el Gobierno de Chávez viola compromisos internacionales contraídos libremente por su país. En todo caso por ello, aún si aceptáramos la tesis castro-chavista-priísta de que la soberanía nacional se sitúa por encima de valores universales como los derechos humanos, la firma de dichos instrumentos por Venezuela hace que lo que en ese país suceda no sea únicamente asunto de los venezolanos. Incumbe a todos los Gobiernos y ciudadanos de los países que también suscribieron esos tratados, y que se acogen a ellos cuando han agotado instancias jurídicas internas sin lograr defender sus derechos fundamentales. Cuando Chávez viola repetidamente el derecho a la protección judicial consagrado en un sinnúmero de convenciones, arremete no sólo contra los venezolanos, sino contra todos aquellos que en algún momento necesitarán, o requirieron de, dichas convenciones. Como alguien que, hace unas semanas, logró que, por primera vez en la historia, el Estado mexicano fuera condenado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos por violar, justamente, su derecho a la protección judicial inscrito en el artículo 25 del llamado Pacto de San José, hablo con conocimiento de causa.

Es triste ver al país que te vio nacer condenado a poner la nota cómica en los informativos del mundo entero mientras su situación no da tantas ganas de reír. ¿Que por qué odio a ese personaje? Ver supra.

K

P.D: Sí, en el fondo toda esta entrada era una treta para estrenar mi nueva firma. Estaba leyendo un blog de Física y me fijé en que el autor firma así: «Zz». Me llamó la atención, y pensé que podía renovar el clásico «Est sularis oth mithas» simplemente por una K. Aparte de la referencia obvia a mí mismo, queda como una especie de tributo a Kafka y su Joseph K (evidentemente, nació sin tener nada que ver, pero al darme cuenta de la coincidencia se transformó en tributo). Ahora me corroe uno de esos estúpidos dilemas que, de puro simples, no salen de nuestra cabeza: ¿»K» o «K.»? ¿Con o sin negrita? Ahí queda eso.

P.D2: En realidad la entrada no era una excusa para lo de «K», no os lo toméis en serio. Pero me acordé al ir a poner automáticamente «Est sularis oth mithas».

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Homenaje a Walt

13 agosto, 2008 at 5:06 pm (Literatura) (, )

Esta vez, presentaciones escuetas. Walt Whitman, avatar de la Naturaleza, profeta del Hombre y la Mujer y la Mujer y el Hombre, adalid de la Democracia, y, en general, inspirador de la manera de vivir. Ahí va mi pequeña dedicatoria, un popurrí con los extractos que más me han llegado. Aunque por descontado que esto no es nada comparado con la lectura de su obra magna, Hojas de Hierba. En cierto modo se puede considerar esta mescolanza de versos una herejía y un destrozo de lo escrito por Whitman. Bien, no puedo negar del todo esas acusaciones, pero espero que se tenga en cuenta que mi intención no es reformar su poesía, ni reducirla a estas estrofas (¡nada más lejos!); simplemente necesito expresar de alguna manera lo que me inspira su lectura, y es la mejor forma que he encontrado. Aquí tenéis alguno de sus poemas, cánticos, himnos. (Los dobles espacios entre estrofas son algo aleatorios, no significa necesariamente que separen trozos de distintos poemas).

Walt Whitman

Walt Whitman

Me celebro y me canto a mí mismo.
Y lo que yo diga ahora de mí, lo digo de ti,
porque lo que yo tengo lo tienes tú
y cada átomo de mi cuerpo es tuyo también.

Recuerdo cómo yacimos juntos cierta
diáfana mañana de verano,
cómo apoyaste tu cabeza en mi cadera
y suavemente te volviste hacia mí,
y apartaste la camisa de mi pecho, y
hundiste la lengua hasta mi corazón
desnudo,
y te extendiste hasta tocar mi barba,
y te extendiste hasta abrazar mis pies.

Estos son en verdad los pensamientos
de todos los hombres en todas las
épocas y naciones, no son originales míos,
si no son tuyos tanto como míos,
nada o casi nada son,
si no son el enigma y la solución del enigma,
nada son.
Mis marchas no suenan solo para los victoriosos,
sino para los derrotados y los muertos también.
Todos dicen: es glorioso ganar una batalla.
Pues yo digo que es tan glorioso perderla.
¡Las batallas se pierden con el mismo espíritu que se ganan!
¡Hurra por los muertos!

¡Hurra por los generales que perdieron el combate y por todos los héroes
vencidos!
Los infinitos héroes desconocidos valen tanto como los héroes mas
grandes de la Historia.

Dentro y fuera de mi casa me pongo el sombrero como de da la gana.

Por mi fluyen sin cesar todas las cosas del universo.
Todo se ha escrito para mi.
y yo tengo que descifrar el significado oculto de las escrituras.
Soy inmortal.

Así como soy existo. ¡Miradme!
Esto es bastante.
Si nadie me ve, no me importa,
y si todos me ven, no me importa tampoco.
Un mundo me ve,
el mas grande de todos los mundos: Yo.

Si llego a mi destino ahora mismo,
lo aceptaré con alegría,
y si no llego hasta que transcurran diez millones de siglos, esperaré…
esperaré alegremente también.

Divino soy por dentro y por fuera, y
santifico todo lo que toco o me toca,
el aroma de estas axilas es más
hermoso que una plegaria,
esta cabeza más que los templos,
las biblias y todos los credos.
ije que el alma no es superior al cuerpo,
y dije que el cuerpo no es superior al alma,
y nada, ni Dios siquiera, es más grande
para uno que lo uno mismo es,
y digo a cualquier hombre o mujer:
que tu alma se alce tranquila y serena
ante un millón de universos.
Un ratón es milagro suficiente,
como para hacer dudar,
a seis trillones de infieles.

Oh Capitán, mi Capitán:
nuestro azaroso viaje ha terminado.

Brindo por ti, Walt. Tumbado en la hierba, oyendo al pájaro cantar, viendo al obrero cansado, admirando el cielo que un día tú viste, asombrándome ante la margarita que florece, digo: ¡te siento cerca, hermano!

Est sularis oth mithas

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